Mosaico l Medio Ambiente
Es la mañana del 19 de agosto de 2022, el calor y los jejenes abrasan a dos pilotos de drones que buscan manatíes silvestres en la playa conocida como La Barbacoa, en el norte de Samaná. Es el tercer día de una expedición de dos semanas por la costa norte y hasta ahora no han encontrado animales.
Estoy a cargo de la búsqueda visual junto a Rachel Plekaniec. Ambos tenemos varios años trabajando con drones y manatíes, en especial los monitoreos de Juana, Pepe y Lupita, tres manatíes liberados en 2021 en Bayahíbe, que estuvieron en cautiverio en el Acuario Nacional.
Dirigidos por Rita Sellares, directora de Fundemar, iniciamos la búsqueda en un lugar donde los avistamientos con drones son frecuentes desde el 2017. A los pocos minutos se detecta el primer animal, el grupo celebra el avistamiento y se dispone a tomar los primeros datos, mientras, en el segundo vuelo, se localizan tres animales más.
En la expedición también participan Anmari Álvarez Alemán, una bióloga marina cubana, que trabaja en el ClearWater Aquarium, en Florida, y Fátima Ramis, del zoológico de Jacksonville, Florida. Ammari está en la expedición por su amplia experiencia en censos de manatíes en Cuba, Belice y Estados Unidos. Es la primera vez que trabaja con drones y su primera vez en la República Dominicana. Ramis es quien aporta su experiencia trabajando con comunitarios y tomando datos sobre la relación de los humanos y los manatíes.
Sellares ha estado a cargo del seguimiento de Juana, Pepe y Lupita. Explica que a raíz de la liberación de los tres emblemáticos animales, surgió la inquietud de saber cuántos manatíes quedan y dónde están en la República Dominicana y las condiciones de los hábitats.
Ft. diario libre