Internacional

Nueve personas, incluida una misionera irlandesa y un niño, son raptadas, y ONG cesan operaciones ante ola de violencia.

Bandas armadas irrumpieron el domingo en el orfanato Sainte‑Hélène, ubicado en Kenscoff, a unos 10 km de Puerto Príncipe, y secuestraron a nueve personas, entre ellas la misionera irlandesa Gena Heraty y un niño de tres años. El operativo se realizó sin disparos, accediendo al edificio tras romper una pared, lo que obligó al cierre temporal de dos fundaciones y hospitales vinculados a la organización Nos Petits Frères et Sœurs (NPFS) y a la Fundación Saint‑Luc. La decisión responde a la exigencia de garantizar la liberación sin condiciones de los afectados.

Heraty dirige desde hace tres décadas el orfanato y supervisa el programa para niños con necesidades especiales. Médicos locales y familiares expresaron profunda consternación, mientras el viceprimer ministro de Irlanda calificó la situación como “profundamente preocupante” y reiteró el compromiso diplomático para asegurar su regreso.

El ataque se enmarca en un contexto de violencia creciente en Haití, donde más del 80 % de Puerto Príncipe se encuentra bajo control de pandillas como Viv Ansanm —designada por EE. UU. como organización terrorista—. Entre abril y junio se reportaron más de 1,500 muertes y cientos de secuestros. Por ello, Estados Unidos incluso cerró su embajada en la capital.

La crisis humanitaria en Haití continúa profundizándose, mientras organizaciones internacionales y nacionales evalúan medidas de protección para miles de beneficiarios de estas instituciones. El cierre temporal de las fundaciones refleja la gravedad del colapso de seguridad y el riesgo creciente para quienes prestan servicios esenciales al país más vulnerable del Caribe.

Fuente: AP News 

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