EE.UU. media un cese temporal tras ofensivas aéreas masivas en ambos países.
El 23 de junio, el expresidente Donald Trump aseguró a través de su red Truth Social que Israel e Irán han acordado un alto al fuego completo que dará por terminada la denominada “Guerra de los 12 días”, tras seis horas para completar misiones finales y luego un cese total de hostilidades. Trump felicitó a ambas naciones por su “resistencia, coraje e inteligencia” al poner fin al conflicto. Aunque Irán expresó que no existe un acuerdo oficial y condicionó su cese a que Israel detenga primero su “agresión ilegal” antes de las 4 a.m. en Teherán, no se han registrado nuevos ataques tras esa hora.
El estallido militar comenzó el 13 de junio con una ofensiva israelí contra instalaciones nucleares iraníes, entre ellas Fordow, Natanz e Isfahán, y se intensificó con un bombardeo estadounidense contra búnkers en Irán. En represalia, Irán lanzó más de 150 misiles balísticos y drones en la operación “Promesa Verdadera III” contra ciudades israelíes como Tel Aviv, Jerusalén y Ashdod. El intercambio armado dejó cientos de víctimas, incluidos mandos militares y científicos iraníes, y al menos 24 muertos israelíes, según distintos reportes.
La mediación, liderada por Qatar y apoyada por Estados Unidos, facilitó este aparente cese de hostilidades. Trump incluso señaló que, si el acuerdo se cumple, el mercado petrolero podría estabilizarse tras una fuerte subida por el temor a la escalada. Sin embargo, voces diplomáticas remarcan que ni Israel ni Irán han confirmado oficialmente el alto al fuego, y advierten que el ambiente sigue volátil.
Este posible fin de la confrontación marca un momento crítico. La región sigue bajo alerta por posibles nuevas represalias, especialmente con Irán hablando de cerrar el estrecho de Ormuz y países como EE. UU. y potencias europeas involucradas en la vigilancia. Si se confirma el cese, podría abrir paso a una diplomacia renovada y a negociaciones sobre el programa nuclear iraní.
Fuente: Infobae